Casa Solo es una residencia de campo en un gran bosque, en la región montañosa de Matarraña, a dos horas del sur de Barcelona. La casa enmarca la parte superior de la meseta con las vistas de los bosques que la rodean. Ante un paisaje tan impresionante, la casa se vuelve una arquitectura invisible que enfatiza las cualidades naturales del entorno.

La cubierta circular, de 45 metros de diámetro, subraya las cualidades tanto de la meseta como de su borde. Así, el techo funciona como un refugio y forma el perímetro del área habitable. La cubierta se soporta por cuatro filas de ocho columnas. En el borde exterior del círculo existe una fachada cortina en diversos tramos, que permiten que áreas específicas generen una relación máxima entre quien habita y la naturaleza circundante.

La casa no está conectada directamente a ningún servicio, razón por la cual es autosuficiente: sus paneles fotovoltaicos generaran la energía térmica y eléctrica, que se almacenará en los tanques de amortiguación, mientras que el agua se toma del mismo sitio, purificándola.