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Obras

Calles compartidas; calles de encuentro

Calles compartidas; calles de encuentro

Nombre de proyecto

  • Calles compartidas; calles de encuentro

Ubicación

  • Barrio San Roque, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas

Fotografías

  • Jessy Carmelina Victorio Robles / Luis Garcia Escobar

Iniciativa de la cooperación técnica entre el Ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez, a través del Instituto Ciudadano de Planeación Municipal para el Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Tuxtla Gutierrez (ICIPLAM) y la Secretaría de Movilidad y Transporte del Gobierno del Estado de Chiapas, en colaboración con la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH en México por medio del programa “Protección del Clima en la Política Urbana de México (CiClim)”, financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección a la Naturaleza y Seguridad Nuclear de Alemania (BMU) y Comex por un México Bien Hecho, en coordinación con dérive LAB y Colectivo Tomate. Además, ha sido posible gracias a la colaboración de Andrés y José, así como el apoyo de organizaciones locales como Astrolabio, artes vivas en contexto, Laboratorio Ciudadano y Te’etik.

El concepto de calles compartidas supone un cambio de paradigma en la manera en la que pensamos y vivimos la calle: olvidarnos de la segregación por velocidades, las señales de tránsito y las separaciones para pensar en calles verdaderamente compartidas, en las que sea posible negociar el espacio de una manera personal. Lo anterior sugiere que la calle no es únicamente un espacio destinado a la movilidad, sino en el que ocurre otra buena cantidad de actividades sociales, económicas y recreativas que dan sentido y diversidad al lugar.

De manera contraintuitiva, se propone la eliminación de ciertos señalamientos, guarniciones y otros dispositivos de control, además de la integración de elementos como mobiliario urbano y pavimentos que favorecen la seguridad vial y peatonal y la reducción de la velocidad del transporte motorizado, haciendo de estas calles espacios seguros donde los vehículos y personas a pie, en bicicleta y otros modos de transporte activo sean capaces de regular y negociar su paso y permanencia en el espacio.
En la ciudad de Tuxtla Gutiérrez se ha implementado un proyecto piloto para probar, de manera temporal, algunos de estos preceptos, como la superficie continua, en este caso lograda a través de una cuadrícula amarilla que difumina (simbólicamente) los límites entre banqueta y arroyo vehicular, y una serie de mobiliarios flexibles que permite configurar la calle de distintas maneras, disminuyendo la velocidad de autos y colectivos, y dando más espacio para el descanso, el ocio y la convivencia en lugares que normalmente estaban ocupados por autos estacionados.

Para mayor información sobre las calles compartidas, consulta el manual publicado por dérive LAB: https://derivelab.org/publicaciones/.

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