Rodeado por la mayoría de los almacenes de empaque de fruta de alta tecnología del mundo, la sede de Washington Fruit & Produce Co., con 1533 metros cuadrados, está concebida como un oasis en medio de un mar de concreto y un paisaje de arbustos de poca altura.

Escondido detrás de las formas terrestres y las paredes del sitio, este complejo de oficinas enfocado en el patio proporciona un refugio contra el ruido y la actividad de los astilleros de procesamiento industrial cercanos. Tomando su ejemplo de diseño de un antiguo granero que el cliente había identificado como su favorito, el concepto fue captar la esencia de una estética agrícola utilitaria.

Con una estructura expuesta simple que emplea una paleta de materiales limitada y pátina natural, el diseño combina elementos vernáculos rurales con una estética contemporánea igualmente sobria. El edificio en forma de L se anida en el paisaje mediante el uso de muros de concreto colados en sitio que envuelven el perímetro para formar un patio central y ajardinado. La tierra excavada para la cimentación se reutilizó en el perímetro, eliminando la necesidad de removerla o agregar más.

Cruzando el patio el visitante es abrazado por una fachada completamente acristalada, ritmada por una serie de columnas de madera que cruzan el edificio a intervalos regulares. La naturaleza repetitiva de la estructura aseguró una fácil fabricación y montaje, ahorrando costos y recursos.

La fachada del patio orientada al norte está acristalada en toda su longitud, extendiendo visualmente el espacio interior.

Las oficinas privadas se alinean a la pared sur, mientras que los espacios para conferencias se ubican en cajas revestidas de madera. La sensación de apertura de la estructura se refuerza manteniendo los muebles bajos y haciendo que parezcan flotar dentro del espacio.

Las raíces agrícolas de la empresa y su ubicación subyacen en el concepto de diseño simple y la atención al detalle.