La ampliación del Liceo Jean Mermoz, constituido por pabellones a dos aguas de gran altura, aleros generosos y patios interiores, es fruto de la aplicación de estrategias pensadas desde las escalas de relación de la edificación con su entorno y los usuarios. La ampliación parte de los cuatro patios, proyectados con cuatro lugares de diferentes atmósferas, adaptadas al ciclo escolar de los niños y sus funciones: juegos, canchas deportivas, espacios de conversación y una plaza para organizarlos por edades.

A los pabellones se les incorporó una envolvente nueva de placas continuas de metal perforado y se insertaron lucernas en las cubiertas, con la intención de dotarlos de color, luz y ventilación natural y de generar la nueva cara reconocible del colegio hacia el exterior. Por último, se trabajaron los elementos que están en relación directa con los niños usuarios. Se generó el nuevo sistema de acceso a las clases basado en gráficos y colores, y se utilizó una celosía interior para generar privacidad y calidez en las salas, así como para diferenciarlas.

El pabellón de juegos y los juegos son otros de los elementos que se diseñaron para formar parte de este nuevo sistema de escalas y usos.

Este proyecto forma parte del libro
RADICAL: 50 Arquitecturas Latinoamericanas