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La superficie que viste a la moda

La superficie que viste a la moda

5 febrero, 2019
por Carolina Haaz

La moda cambia cada semana. Así, cada tienda de consumo masivo debe renovarse, necesariamente, bajo ese ritmo. Pero cambiar las prendas y sus aparadores no es suficiente, porque la moda nunca ha sido suficiente. ¿Qué implicaciones tiene el espacio físico de la tienda, sus interiores y la superficie en el consumo?

Tal como se ha hablado del efecto Bilbao o el Guggenheim en la ciudad vasca, donde una serie de edificios singulares de autor derivaron en crecimiento económico en una zona previamente en crisis, la arquitectura es uno de los brazos favoritos del sector de lujo para reavivar su chispa, siempre en búsqueda de distinción —y, paradójicamente, de imitación. Quizá otra forma de haber abordado este tema habría sido realizar una lista de las arquitecturas de tiendas de moda más interesantes o bellas. Aún sin el ánimo de hacer un recuento, repaso algunos ejemplos notables de boutiques construidas o diseñadas en su interior por autores de la disciplina arquitectónica. Esto con el fin de revisar los alcances estéticos y funcionales de las superficies que visten a la moda. Dos de los casos son actuales, el último referido es un caso ejemplar para la posteridad.

 

Louis Vuitton, Nueva York y Harajuku (2018-)

A inicios del año que corre, Virgil Abloh, director artístico de la rama masculina de Louis Vuitton, compartió en sus redes sociales algunas vistas previas de las instalaciones de larga escala que ahora ornamentan su tienda principal en Nueva York. En varias de estas imágenes se ve el dibujo a gran escala de un modelo multicolor que viste LV y se imprime en la esquina de la 5ª Avenida, sólo si se le ve desde cierta distancia, en cierta posición. Este punto particular para mirarlo será marcado con una “X” desde la inauguración. También una estación de metro del distrito de Harajuku es habitada —o invadida, según se le vea— por una escultura del mismo hombre arcoiris comisionado por la firma. Así es como, apoyado en las artes y el diseño, el negocio de la moda saca los pies de su edificio como recordatorio de su imanencia.

 

Dover Street Market, Los Ángeles (2018)

La reconocida tienda conceptual de Nueva York abrió sus puertas en Los Ángeles en noviembre de 2018. Diseñada por Rei Kawakubo, también directora y fundadora de Comme des Garçons, está situada en un almacén prácticamente sin ventanas.  Más allá del evidente ambiente industrial se respira un aire dadaísta en el interior, habitado por caóticas esculturas de sillas y lámparas de piso encerradas en vitrinas entre racks de ropa. La tienda departamental tiene una propuesta de diseño distinta para cada uno de los espacios de marca, entre las que están Nike, Maison Margiela, Off White por Virgil bloh, Chanel o Raf Simons. Además de la inclusión de una conocida cafetería, Dover Street Market está en crecimiento con espacios en renta para otras tiendas u oficinas. Recientemente abrió una sección para albergar el restaurante Bavel, diseñado por Studio Unltd, con una estética afín. 

 

Prada, Nueva York (2001) 

Recordemos la tienda de Prada en Nueva York diseñada por OMA, a cargo de Rem Koolhaas. Esta sede combina innovación tecnológica con el concepto de una galería de arte y un ambiente único al que se le denomina “la ola”, cuya estructura curva fue construida en madera y abarca desde la planta baja hasta el sótano; éste se puede desplegar como un escenario y un set de escaleras que a veces funciona para contemplar un show o como un mega aparador repleto de maniquíes con las nuevas colecciones. Como en toda boutique, los probadores son esa prueba de fuego que definirá la comodidad del consumidor. En Prada Nueva York, este pequeño resquicio antes de la decisión de compra está dotado de paredes de cristal “Privalite” que, al presionar un botón, se tornan opacas para controlar su privacidad. Estos “espejos mágicos” creados por OMA permiten que los consumidores se vean por frente y a sus espaldas, e incluso pueden grabar algunas tomas y repetirlas, en busca de la mejor prenda. Los clientes pueden pedir más información sobre las prendas o buscar piezas alternativas de la colección a través de una pantalla táctil. 

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