Los alrededores vitales del hombre moderno son cada vez más caóticos. La fealdad de muchos elementos utilitarios indispensables y de los anuncios comerciales aplasta a los núcleos urbanos, especialmente en los suburbios y en las carreteras. Estas últimas, significado que nunca antes tuvieron. Urge, por tanto, una planificación artística enfocada al urbanismo contemporáneo y a las vías de comunicación.

Programa Ruta de la Amistad, 1968

La nueva Ruta de la Amistad ilumina su trayecto tras las modificaciones de su contexto inmediato en el cruce de las avenidas Insurgentes y Periférico. Con un programa de intervenciones artísticas en las 22 esculturas que la conforman, la ruta busca entrar en contacto con la ciudad al abrir nuevos espacios para la creación del arte urbano. El proyecto reinterpreta la plástica ideada por Mathias Goeritz hace 44 años -con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968- de tal forma que sólo es cuestión de redibujar su estela. La Ruta de la Amistad, con sentido urbano y escultórico, se vuelve un sendero con plazas y descansos para el arte que sugiere deambular por avenidas y lugares entre un tinglado urbano caótico; un modo de construir relatos y orientaciones para recrear mapas personales. Mapas bajo coordenadas imaginarias que permiten reunir puntos dispersos en un espacio fracturado.

El Programa dio inicio en 1996, a través de una convocatoria abierta realizada por el FONCA y el Patronato Ruta de la Amistad A.C., donde se invitó a jóvenes creadores a intervenir la Torre de los Vientos, en el cruce de Zacatépetl y Periférico, al sur de la ciudad de México. El proyecto Arte in Situ de Pedro Reyes fue durante varios años punta de lanza en propuestas de arte urbano hasta su conclusión en 2004. A esta etapa le siguieron varias exposiciones independientes de instalación,  multimedia, teatro y música. Con 17 obras restauradas, el proyecto continúa su reidealización. A finales del año pasado, la organización no gubernamental World Monuments Fund (WMF) incluyó en su lista World Monuments Watch (WMW) del 2012 al conjunto de 22 esculturas urbanas denominado la Ruta de la Amistad, además del Puente colonial de Tequixtepec en Oaxaca. Este organismo subrayó que “el crecimiento urbano en los últimos años ha oscurecido este museo al aire libre y amenazado muchas de las esculturas individuales. El proyecto de construcción de una autopista de peaje elevado, por encima de la carretera, donde las esculturas se encuentran, también tendrá un impacto dramático”.

La ruta, entendida como un museo al aire libre, se vuelve un lugar de encuentro donde esa condición de alteridad va más allá de la lectura estética de cada escultura, a pesar de la distancia entre cada una. La propuesta artística de las esculturas y sus espacios supone siempre un reto creativo por la escala de las piezas y su reubicación. Una de las primeras propuestas de la ruta es “Huanchaco”, intervención lumínica de Grimanesa Amorós (Perú, 1962) en la Torre de los Vientos creada por Gonzalo Fonseca (Uruguay). La forma circular de la torre -como observatorio astronómico- se utiliza como contenedor para este espacio de luz y experimentación. “Huanchaco” refiere una experiencia de viaje por el norte de Perú y representa los botes hechos de carrizos usados por los pescadores de la región. La trama de arterias, hecha con mangueras de leds blancos simulan estas redes dentro de la escultura. La muestra estará abierta hasta el 3 de marzo del próximo año.