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La arquitectura como discurso. Conversación con Nick Axel

La arquitectura como discurso. Conversación con Nick Axel

24 agosto, 2017
por Christian Mendoza | Instagram: christianmendozaclumsy

 

La creación de contenidos referentes a la arquitectura implica la construcción de diversos frentes que, finalmente, terminan formando una línea editorial cohesionada. En el panorama global, ¿cuáles son las acciones concretas que los medios especializados en arquitectura han tomado?, ¿cuál es la imagen que se ha comunicado respecto a esta disciplina?

Nick Axel, uno de los editores de la plataforma e-flux architecture, comenta la postura que ha articulado este medio. “A grandes rasgos, e-flux architecture es una rama de e-flux, un medio que ha existido desde 1999, un medio que siempre ha producido proyectos artísticos con Anton Vidokle y Julieta Aranda, quien se unió unos años después. En 2008 iniciaron un diario, una publicación que rápidamente se convirtió en una de las voces con mayor calidad y rigor crítico que activamente difuminó los límites entre la teoría del arte, la filosofía y el pensamiento crítico”, menciona Axel sobre los orígenes de e-flux architecture. “Yo no estuve involucrado en la fundación, yo fui contratado el día en que fue fundado. Pero la decisión fue que se formara una plataforma, una infraestructura que mantuviera el mismo ethos de pensamiento crítico y extenderlo al campo de la arquitectura. Creo que eso sucedió por varias razones. Según mi interpretación, desde el inicio de los noventa surgió una suerte de, digamos, no una variación sino una desviación de la arquitectura como práctica meramente espacial, que pudo verse a través de los trabajos de Beatriz Colomina y, más recientemente, Eyal Weizman, quienes entendieron el espacio y la arquitectura como un lado en el cual la política y las normas sociales se construyen. Ha existido un campo emergente que ha sido cultivado en otros lugares, en otras publicaciones, en otros formatos. Nosotros hemos intentado capitalizar esto, o no capitalizarlo, sino más bien traer a este campo emergente la infraestructura de un medio y exponer esta forma de pensar a un público nuevo. El público de e-flux architecture es el de e-flux, o sea, artistas, curadores, galeristas, profesionales institucionales, críticos, filósofos, etcétera”.

Una de las características de e-flux architecture es la cantidad de lectores que albergan, lograda a través de dos plataformas: los anuncios y los textos críticos. “El núcleo de las operaciones en e-flux es la distribución de contenidos. Tenemos anuncios diarios sobre eventos, exposiciones, simposios que suceden alrededor del mundo. En los pasados 20 años, nuestra lista de suscriptores ha crecido fijamente hasta llegar a cien mil personas. Puedes leer el diario y no suscribirte al newsletter, pero la base es esta plataforma noticiosa en la que los anuncios reúnen lo que está ocurriendo. Construyes una audiencia global, en la que las personas pueden formar parte de una discusión mucho más amplia”. Los proyectos editoriales, entre los que se pueden citar Superhumanity o Artificial Labor, y bajo los que publican los textos más largos, están formados entre e-flux architecture como medio e instituciones de diversa índole. “Los proyectos editoriales son colaborativos. Esto tiene que ver con la línea editorial, que se trabaja en forma colaborativa. Cuando nos unimos con instituciones, sí, es para fondear los contenidos, pero también para nosotros es una oportunidad para tener una retroalimentación con sus propias actividades, esfuerzos, proyectos, exhibiciones, simposios, etcétera. Nosotros podemos ofrecer algo a las instituciones, y también podemos obtener algo, como oportunidades para experimentar con ideas críticas, conocer autores nuevos o traer autores que ya queríamos”. También, Nick Axel ahondó en los procesos editoriales de e-flux architecture: “No coescribimos todo. Lo que ocurre es que alguien toma la iniciativa. Si un compañero con el que estemos trabajando ya tiene un borrador de la editorial, nos lo manda a todos, lo trabajamos y llegamos a un consenso. La autoría no es necesaria. Creo que todo rol editorial necesita un sello de aprobación, algo que diga ‘estoy dispuesto a poner mi nombre en esto, estoy dispuesto a asumir esta posición como la mía’. Hay ocasiones en que no todos los autores que están enlistados en la editorial han escrito, ni siquiera, un sexto de las palabras. Claro que existe un proceso colaborativo, pero eso no implica que todos hagan lo mismo. En términos de coedición (selección de autores, desarrollo de temas) por lo general se desarrolla en paralelo con la gente que nos presenta ideas y con nosotros, que trabajamos en esas ideas hasta que conseguimos algo más cohesionado. Lo mismo pasa con la lista de colaboradores. Digamos que hay dos instituciones involucradas: ellos invitan a la mitad de los colaboradores, nosotros invitamos a la otra mitad. Pero, a menudo, esto es un vaivén. No es que, de una lista de 12 colaboradores, nosotros hayamos propuesto a 6 y la institución invitada haya propuesto 6. Más bien, entre ambas partes rebajaríamos una lista de 30 colaboradores hasta llegar a 6 propuestas por cada quien”.

¿Cómo se inscribe e-flux architecture en las prácticas comunes de los medios de arquitectura, a menudo centradas en la publicación de imagen? “El Internet ciertamente ayudó a esta circunstancia. Previamente, en los medios impresos y durante los 90, cuando una revista quería hablar de un edificio, comisionaba a su propio fotógrafo. Pienso en la revista Archis, predecesora de Volume (mis previos empleadores), donde se tiene esta reseña sobre un edificio en Ámsterdam, una de las construcciones tempranas de Koolhaas, que está muy cerca del parque central de Ámsterdam. Para ser honestos, no es un edificio muy bueno. Y creo que él mismo lo desconoce. Las fotografías que salieron por el fotógrafo de Archis, le dieron una interpretación muy distinta al edificio. Ni siquiera muestran tanto el edificio, más bien se enfocan en los entornos. Creo que hay algo que decir sobre la posición de la fotografía arquitectónica. La fotografía no está tomada como si fuera escritura, no implica un compromiso formal con el edificio, está tomada más bien para los portafolios. La fotografía no está tomada de tal manera que interactúe con el edificio o haga un comentario al respecto”. Sobre los medios que actualmente se consideran los líderes de la comunicación de arquitectura, Axel reflexiona: “También tengo que decir que muchas de las fotos que vemos en sitios como ArchDaily o Dezeen vienen acompañadas de mucho texto, y creo que es importante reconocer eso. Sitios como ArchDaily en verdad han estado trabajando muy duro en mejorar la calidad del texto. Tuvieron, en sus inicios, demasiada basura, sólo porque buscaban publicar comunicados de prensa hechos por los mismos arquitectos. Pero creo que hay un esfuerzo de varios sitios para mejorar la calidad del texto, para moverse más allá de publicar lo que todos estén diciendo y presentar contenidos a través de una voz editorial, aunque también es importante saber que tampoco les interesa posicionarse ante cualquier edificio del que estén hablando. No existe una posición crítica. Esto tiene que ver con una suerte de invisibilidad de una agenda editorial en plataformas como ArchDaily. En relación con esto, e-flux es exactamente lo contrario. Primero que nada, no publicamos reseñas de edificios. Todo lo que hacemos es publicar el comunicado que el arquitecto entrega, y publicamos una sola fotografía. Hacemos esto por varias razones. Una es que notamos una inexperiencia en la profesión arquitectónica y en la manera en que habla de sí misma. Es algo general que en e-flux editamos mínimamente los textos que nos mandan, a lo más les hacemos corrección de estilo. No los juzgamos, creemos que es importante mostrarle a nuestra audiencia cómo estas instituciones o profesionales piensan sobre sí mismos, cómo se autorrepresentan. Por eso es que planteamos que se debe publicar sólo una fotografía, ya que representa un reto para los arquitectos. En el lanzamiento de la nueva filarmónica de Herzog y de Meuron en Hamburgo, creo que ArchDaily publicó cerca de 200 fotografías. Estas exuberancias provocan una decadencia en la imagen arquitectónica: se vuelve un espectáculo en el sentido más tradicional de Guy Debord, donde la imagen se vuelve capitalismo, planteamiento que básicamente define lo que es actualmente la fotografía arquitectónica. Para nosotros, solicitar al arquitecto que nos entregue una sola imagen es un reto, y los hace pensar un poco más sobre lo que, de hecho, sí es importante en sus edificios. O bien, nos mandan varias imágenes y de todas formas nosotros sólo escogemos una”.

 

Si bien, publicar fotografías es el patrón común, existe una tendencia cada vez más constante en publicar contenidos mucho más rigurosos : “Esta es una cuestión que e-flux architecture intenta definir. Nosotros siempre hemos concebido a e-flux architecture como un experimento cuyos calibres y sensores, que ya se han puesto en un campo, ahora se prueban en otro. Nunca sabemos qué va a ocurrir. Creo que el mercado del conocimiento en la arquitectura tiene dos formas de entenderse: una es el surgimiento de los think tanks. Uno fue, por ejemplo, el de Hawkins Brown, que se posicionan a sí mismos como los líderes del conocimiento en arquitectura. Por otro lado, hay un mercado no monetario en el que cosas como el capital y la reputación son comercializados, y ni siquiera entre lectores. La cantidad de simposios, la cantidad de presentaciones, de conferencias, de exhibiciones, la cantidad de discusiones críticas… Particularmente, si las miras a través de Michel Foucault y de su Arqueología del saber, donde se define qué implica crear un discurso, podemos encontrar que esta clase de intercambios definen la constitución de la arquitectura como un discurso, como una disciplina. Aunque este frente se encuentra más en la academia, si es que queremos dividir academia y práctica. Este es un mercado donde prevalece la economía de las ideas, y por el que muchas vidas dependen. Mucha gente obtiene trabajos por los buenos ensayos que escriben. Si muestras que eres un experto en el campo, o que aportas unas interpretación inusitada en un tema, eso te conseguirá un empleo en una plaza docente, por ejemplo. Creo que nosotros estamos intentando, más que profesionalizarla, formalizar esa economía de las ideas, ya que suele operar a puertas cerradas, detrás de la Torre de marfil de la academia. Encontramos que existe un interés de las instituciones por promover estas discusiones a través de la publicación, de difundirlo más allá de su propio contexto”.

Se suele pensar que la revista impresa funciona como una caja de resonancia de su época, pero, ¿cómo funciona el factor de la temporalidad en los medios digitales, que operan en un presente permanente? “Nos suelen preguntar cuánto tiempo durarán las publicaciones y la respuesta es que hasta que el internet se extinga. Creemos que e-flux está creando un archivo. Creemos que tenemos un deber con nuestros lectores de mantenerlos actualizados sobre lo que está ocurriendo, de si el nuevo premio Pritzker tendrá una exposición, de si un nuevo libro es publicado. Aunque también entendemos que esta acumulación noticiosa cumple funciones archivísticas. Nosotros entendemos qué son estos comunicados de prensa y qué implica publicarlos. Pensemos sólo en nuestra sección de anuncios: la vemos a través de su función y de su valor histórico. Si alguien quiere encontrar la información de alguna muestra que esté ocurriendo, e-flux es el sitio que puedes visitar. Es un repositorio de información y de conocimiento”.

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