En Arquine 94 publicamos algunas propuestas que potencialmente pueden ser replicables y que alumbran estrategias para la conformación de mejores ciudades. Por un lado desde la densificación urbana, dada la mejor efectividad de las infrastructuras y la vialidad, las plusvalías de la propiedad y gestación de ciudadanía —a pesar de su efecto contraproducente por contagios en situaciones de pandemia, como la que hoy vivimos. Por otro, la diversidad tipológica con vocación de atender a una demanda cada vez más plural y de mejorar las condiciones de habitabilidad, desde la transformabilidad —viviendas extensibles— de los espacios domésticos. A su vez, desde estrategias sustentables de reciclaje —de edificios y de barrios— para aprovechar el potencial de lo construido y reconocer su valor patrimonial. Con la crisis detonada por el Covid-19, la vivienda colectiva pasa a ser un tema central y requiere soluciones para reconvertir la vivienda-dormitorio en espacios polivalentes donde vivir y trabajar. La extensión del espacio habitable hacia el exterior con los revaluados balcones, terrazas y azoteas verdes, los ambientes no especializados y multiusos, y las áreas mancomunadas, son algunas de las soluciones reclamadas por vecinos de muchas ciudades. El efecto de la pandemia ha estimulado la reflexión sobre el espacio habitable en la que cabe reformular los conceptos de lo propio, lo común, lo colectivo y lo público.
(Portada: Viviendas mixtas en Sant Boi de Llobregat | estudioHerreros y MIM-A. Fotografía: José Hevia)
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Edificio Turín
Estudio Macías Peredo
En un terreno de 450 metros cuadrados y en esquina, este edificio alberga cuatro viviendas, cada una en un piso completo. El departamento en planta baja se abre a unos pequeños patios formados por muros ciegos, por su proximidad de la calle.
Mar Tirreno
Frida Escobedo
En lugar de balcones estrechos como extensión de la vivienda, este proyecto los pliega hacia dentro en patios privados de una serie de casas que juegan con distintos grados de intimidad.