El regreso de la naturaleza a las ciudades
Rara vez una COP había destacado el rol de la arquitectura para las ciudades ante la emergencia climática. Todo cambio [...]
26 marzo, 2020
por Pablo Lazo
Resulta paradójico que, durante esta pandemia global, haya ciertos fenómenos que revelan el daño masivo que el capitalismo ha generado en las grandes urbes y cómo, ante esta parálisis generalizada de la industria, el transporte e innumerables sectores de la economía, las ciudades recuperan elementos que quizá —sólo quizá— hagan pensar que, en el futuro, sus condiciones para la salud pública podrían incidir más e informar sustancialmente la planificación urbana.
En la ultima semana los canales vacíos de Venecia han dado espacio para que se vuelvan patos, garzas y peces. La calidad del agua ha mejorado sustancialmente, ya que la irrupción del servicio de transporte acuático ha dejado de verter más de 300 litros de dísel diarios en los canales. Durante enero y febrero la calidad del aire en las principales ciudades de China mejoró sustancialmente. Las muertes relacionadas a enfermedades ligadas la contaminación del aire cayeron en más del 30%. Las imágenes muestran la sorprendente disipación de gases contaminantes en un período no mayor a 30 dias. En el norte de Italia, la reducción de emisiones de dioxido de Nitrógeno (que no genera directamente emisiones de CO2), ha sido del 40% durante las ultimas tres semanas. En la Ciudad de México, según la Secretaría de Movilidad, el trafico vehicular ha disminuido 61% en sólo 7 días.
Todos estos ejemplos figuran un experimento inédito, que demuestra los grandes cambios que podrian ocurrir en las ciudades sin exceso de turistas —en el caso de Venecia— menor cantidad de industria centralizada en una región superconectada, como el norte de Italia, o la utilización masiva de transporte público de calidad en la Ciudad de México.
Lo que esta sucediendo en diferentes ciudades del mundo es que, de manera forzada, estamos descubriendo el potencial para cambiar habitos de trabajo y estilos de vida. En algun escrito Manfredo Tafuri hablaba del “nudo de la la historia” que formula la historia misma. Tratemos de deshacer este nudo para entender que nos encontramos en un momento en en el cual “hacer historia” para el futuro del urbanismo consiste en desaprender algunas formas de vida para crear otras, diferentes.
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