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Arquitectura pública

Arquitectura pública

18 agosto, 2015
por Alejandro Hernández Gálvez | Twitter: otrootroblog | Instagram: otrootroblog

El viernes 9 de febrero de 1945, Nikolaus Pevsner dio su primera charla sobre arquitectura por radio. Lo siguió haciendo por 32 años y es el crítico de arte que más intervenciones ha tenido en la BBC. Pevsner nació en Leipzig el 30 de enero de 1902. Estudió historia del arte en la universidad de su ciudad natal y luego en Munich, Berlin y Frankfurt. Su primer interés fue el Barroco y luego las artes aplicadas y el diseño. De familia ruso-judía, tras la llegada de los Nazis al poder se exilió a Inglaterra. En Inglaterra publicó su clásico libro Pioneros del Movimiento Moderno: de William Morris a Walter Gropius. Fue colaborador asiduo y por un tiempo editor de la Architectural Review. Su visión de la arquitectura se ha reducido muchas veces a una frase célebre: un cobertizo para bicicletas es un edificio, la Catedral de Lincoln es arquitectura.

La primera plática de Pevsner en la BBC fue sobre Wright y Le Corbusier. En esa época, Wright tenía 75 años y Le Corbusier 57. “Wright empezó a sacudir a los Estados Unidos —dice Pevsner— hace casi 50 años, los choques de Le Corbusier con los incultos de Europa se dieron tras la pasada guerra.” Pevsner cuenta sus distinto origen y formación, pero afirma que ambos son poetas y ambos creen en nuestra época. Pevsner pensaba que el idioma de la arquitectura de su época —aun la nuestra— fue creado por Wright y enriquecido por Le Corbusier. Uno, Wright, odia las ciudades, el otro las acepta con entusiasmo y las rediseña.

El 23 de diciembre de 1948, la charla de Pevsner, de 15 minutos como era lo usual, fue sobre Edificios públicos:

¿Por qué un pub es un pub? Bueno, no se trata de un examen, por supuesto saben la respuesta. «Pub» acorta «public house.» Ahora, esta mañana debo hablarles de edificios públicos. ¿Cuál es la diferencia entre una public house y un edificio público?

Pevsner explica que un pub tiene algo del sentimiento agradable y acogedor de una casa privada, eso es lo que los hace exitosos, y se pregunta si lo mismo pasa con un edificio público. Sí y no, responde. Los edificios públicos son de muchos tipos: un cine, una iglesia, un centro cívico. El último caso, dice Pevsner, es un lugar al que sólo se va para pagar impuestos, casi un edificio de oficinas, pero también puede tener un gran salón para asambleas y tal vez —“espero,” agrega— para conciertos. “Es la representación visible de toda la comunidad que vive al rededor de ese edificio y, por supuesto, también sirve a toda esa comunidad.” Pevsner sigue criticando la tendencia a hacer que los edificios públicos “se vean como si se hubieran diseñado hace siglos, en una era sin teléfonos ni comunicación inalámbrica, sin autobuses ni concejos de Estado,” sin aprovechar nuevos materiales y técnicas constructivas. “Seguramente es posible mostrar orgullo cívico y tener una mentalidad progresiva,” dice.

Hoy, de lo dicho hace casi setenta años por Pevsner, seguramente no pensaríamos que la etica en el diseño de un edificio público sea sólo una estética —entendida como el mero aspecto o estilo del edificio. No pensamos que lo que hizo a Wright o a Le Corbusier hombres de su época sea sólo cierta idea espacial o la preferencia por algún material sino, también, su compromiso con ciertas ideas sociales y políticas y el rechazo de otras, incluso si eso no se manifestó de manera explícita. Pensamos que Broadacre City o La Ville Radieuse manifiestan una concepción de la sociedad. Pero podríamos estar de acuerdo con Pevsner en que se puede mostrar orgullo y tener una mentalidad progresiva cuando la arquitectura, además de ser su representación visible, le sirve a toda la comunidad.

Nikolaus Pevsner murió el 18 de agosto de 1983.

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