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RCR. Obra sobre papel

RCR. Obra sobre papel

4 abril, 2018
por Miquel Adrià | Twitter: miqadria | Instagram: miqadria

Rafael Aranda (RCR) en la muestra RCR. Obra sobre papel. Foto: MEXTRÓPOLI

 

La colección de dibujos, esbozos, aguadas y acuarelas de RCR muestra una manera de acercarse al proyecto arquitectónico y, a su vez, adquiere autonomía artística. Los esbozos son el primer destilado de un proceso creativo que da forma a ideas donde confluyen reacciones al lugar e intuiciones al proyecto. No tanto representando un contexto sino abstrayendo su esencia todavía imprecisa. Tampoco definiendo una imagen objetivo sino acariciando las aristas veladas que emergen del programa arquitectónico. La acuarela y las aguadas de tinta se prestan a la transparencia, a las capas, a los velos, que no comprometen el resultado final, mientras que seducen durante el tránsito hacia la materialización del espacio. Conformar requiere tiempo para dejar emerger progresivamente tanto la materialidad como la inmanencia de las sensaciones: el peso del aire, la levedad de los cuerpos van apareciendo entre los trazos imprecisos y caligráficos de la tinta que abre sus cauces fluidos sobre el papel.

RCR. Obra sobre papel. Foto: MEXTRÓPOLI / Jasso

 

Apunta Josep María Montaner que los esbozos y acuarelas de RCR “expresan aquello que no puede hacerse con palabras y que aún no tiene forma, aquello que expresa una intención”. Dibujar es descubrir, es dejarse llevar hacía el proyecto. Y en la radicalidad del trazo aparece el diagrama que será su esencia. RCR considera que el proyecto no se imagina desde la forma: la forma no es lo importante, sino la evolución desde los conceptos iniciales. Manuel Guerrero Brullet afirma que “el objetivo específico de estos diagramas es atrapar la intuición y la intención; es decir, aquello que está en la base del proyecto. Una intuición, la cristalización de una idea inicial, registros de intenciones, quedan fijadas en las aguadas de tinta”. Es un proceso que gesta una síntesis plástica y conceptual en los cuadernos y crece para tomar volumen en la construcción del espacio. No hay proyecto que no pueda ser narrado en unos trazos esenciales que sinteticen resonancias y fuerzas. Al final aparece el proyecto arquitectónico que se somete a la geometría y el ideograma implícito en las pinceladas de los primeros esbozos adquiere la autonomía de la obra de arte.

A lo largo de tres décadas RCR (Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta) han desarrollado una arquitectura genuina que explora las fronteras entre lo natural y lo artificial. Con esencialidad y pocos materiales —acero, vidrio, paisaje—, sus construcciones acentúan la experiencia de la luz, la sombra, la tierra y el aire. Su obra articula espacio y tiempo, expandiendo uno, ralentizando otro. Pocas veces se alcanza esa arquitectura de los sentidos que proponía Juhani Pallasmaa donde no sólo se construye una percepción visual, sino que también apela al oído y al tacto, en una experiencia mutisensorial. Su búsqueda hacia una arquitectura secuencial sin límites genera un espacio puro en simbiosis con la naturaleza que tiende a las desmaterialización. La línea de horizonte corbusiana es el campo de referencia de su trabajo, que se desarrolla por encima y por debajo del plano de tierra. En su obra predomina el concepto y el proceso, renunciando a la forma como premisa, para conseguir que la materia se convierta en una fuente de invención y experimentación permanente, impregnada de lúcidas reflexiones sobre la condición contemporánea. Un alarde exquisito de arquitectura pura que va más allá de su forma y su función, para albergar atmósferas y fundirse en la naturaleza.

Estos tres arquitectos catalanes recibieron el premio Pritzker en 2017 y son el primer trio en poseer el máximo galardón de la arquitectura. El jurado, presidido por el también premiado Glenn Murcutt, resaltó que mientras más personas temen que la influencia internacional haga perder los valores locales, “RCR nos ayudan a ver, de una manera bella y poética, que la respuesta a la pregunta no es ‘una u otra’ y que podemos aspirar a tener ambas cosas: nuestras raíces firmemente en el lugar y nuestros brazos extendidos hacia el resto del mundo”.

RCR. Obra sobre papel. Foto: MEXTRÓPOLI / Jasso

 

Las cincuenta y dos piezas de la muestra RCR. Obra sobre papel, que se presentan en el Centro Cultural Rule de la Ciudad de México y realizada dentro del marco del Festival de Arquitectura y Ciudad MEXTRÓPOLI, se compone de tres categorías: series, esbozos y obra. Series expone una pequeña colección de sus exploraciones plásticas; esbozos deja ver su proceso de trabajo con dibujos que extraen la esencia y el concepto de algunas de sus obras arquitectónicas, y obra exhibe sus intereses arquitectónicos de algunos de sus viajes con una expresión más artística. Esta colección de dibujos, aguadas y acuarelas son naturalezas muertas y son croquis de proyectos, son paisajes e intuiciones germinales de espacios futuros, son estratos geológicos y pruebas de color, son telúricas y atmosféricas, son todas las anteriores o ninguna, que en cualquier caso adquieren autonomía propia.

Decía William J. R. Curtis que “la buena arquitectura, como la buena pintura, transmite antes de ser entendida”. Y aquí hay ecos del último Rothko, de la densidad geométrica de Richard Serra, y sobre todo, de la abstracción monocromática de Pierre Soulages. Y también está la esencia de los proyectos que no se exponen prematuramente sino que atrapan diagramas que aluden a espacios y a las relaciones de éstos con el paisaje. Si con los primeros trazos emergía un poco de cada proyecto, con el tiempo, con cada pincelada, se construye un mundo autónomo que no necesariamente forma parte de un proceso arquitectónico. Muchos de estos esbozos nacen con los caminos, las lomas, los ejes geográficos y las líneas de fuerza que “quedan fijados de modo abstracto, con lápiz y aguadas de tinta que van configurando la evolución creativa de un proyecto”.5 Y si se gestaron para evocar conceptos espaciales o materiales, adquieren vida propia desde su propia narrativa pictórica, caligráfica o matérica. Sus esbozos condensan resonancias de su obra construida, y a la vez, destilan intuiciones profundas y esenciales.

RCR. Obra sobre papel estará en Centro Cultural El Rule hasta el 6 de mayo del 2018.

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