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La Gran Pregunta está ahora en Cuestión (I)

La Gran Pregunta está ahora en Cuestión (I)

11 marzo, 2014
por Daniel Daou | Twitter: daniel_daou

Se ha dicho que la gran pregunta está ahora en cuestión, sobre si el hombre empezará desde ahora a moverse hacia adelante con creciente celeridad hacia un progreso ilimitado y hasta ahora inconcebible o está condenado a una oscilación perpetua entre la felicidad y la miseria, y tras todo esfuerzo permanezca aún a una distancia inconmensurable del fin deseado”
–Robert T. Malthus (1798)

[George Jevons] advirtió que “dispersar tan pródigamente la nata de nuestra riqueza mineral es derrochar nuestro capital. Gastar algo que nunca volveremos a tener” podría llevar al colapso súbito de la civilización Británica. Sin embargo, reconocía que mucho de esa civilización, como “la riqueza de nuestra literatura y filosofía” nunca habría existido sin el profuso gasto de nuestra energía material” que “nos redimió del embotamiento y degradación de hace un siglo.” Reducir el consumo de carbón podría solo traer de vuelta el estancamiento, advertía, y concluía su libro con una oración en itálicas: “Tenemos que tomar la crítica decisión entre una breve grandeza y una más duradera y estable mediocridad”
–John Tierney citando a George Jevons (1865)

Un solo pensamiento ha persistido en mi mente desde que cobré un interés por la naturaleza entrópica del proceso económico. Hará caso la humanidad a cualquier programa que implique la restricción de su adicción al confort exosomático? Tal vez el destino del hombre es tener una vida corta, pero ardiente, excitante y extravagante vida en lugar de una existencia larga, aburrida y vegetativa”
–Nicholas Georgescu-Roegen (1972)

La situación histórica presente está definida por una desconexión total entre dos grandes narrativas alternas—una de emancipación, separación, modernización, progreso y dominio, y otra, completamente diferente, de apego, precaución, interrelación, dependencia y cuidado”

–Bruno Latour (2004)

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Parte 1. El Embotellamiento Metanarrativo

Estas cuatro citas abarcan los cuatro siglos que han pasado desde que la humanidad escapó lo que el historiador Gregory Clark ha llamado la “trampa Maltusiana”[1] y entró en una ruta de crecimiento ininterrumpido. Incluso cuando François Lyotard declaró que la condición posmoderna se caracteriza por su aversión a las metanarrativas,[2] el mundo, como observa Latour está siendo rasgado por dos opuestas.[3]

La primera favorece al crecimiento sobre el desarrollo y equipara a la economía a una máquina de movimiento perpetuo. Es el argumento del “boomster”[4] y el optimista tecnológico que no ve límite que no pueda ser superado por la ingenuidad humana, la tecnología y la ciencia en su búsqueda incansable de avance (si se trata de emancipación colectiva o autorrealización individual, es una cuestión importante y aún no resuelta).[5] También es la lógica detrás de TINA (por sus siglas en inglés there is no alternative, el mantra Thatcherista[6],[7])—la narrativa totalizante de nuestro sistema político-económico a la que Mark Fischer se refiere como “realismo capitalista.”[8]

La segunda gran narrativa favorece el desarrollo sobre el crecimiento y ve al mundo como un juego cerrado de suma cero.[9] Es el argumento derivado del sentido común del “doomster,”[10] el neo-Maltusiano[11],[12],[13] o incluso el Ludita[14] moderado de la tradición de “small is beautiful.”[15] Es el fatalismo termodinámico del economista ecológico que aboga en contra del “crecimiento no-económico”[16] intentando trazar una “ruta próspera hacia abajo”[17] basándose en una ética Calvinista de auto-control y satisfacción.

Cuatro siglos de parálisis deberían atestiguar de la futilidad de ambas posturas. Y aún así, el espacio potencial entra ambas sigue siendo excesivamente estrecho sino es que completamente inexplorado. Conforme crece la importancia del embotellamiento metanarrativo dadas la presentes crisis socioambientales, diferentes sectores comienzan  a expresar su desencanto con el potencial ofrecido por los marcos intelectuales existentes. Neil Smith reconoció que “los fuertes de antisepticismo analítico de la izquierda no han dejado mucho espacio para la  reconstrucción de un potente anti-ideología natural que tome seriamente las realidades de la producción de la naturaleza entretejiéndolas con una profunda significancia emotiva.”[18] Para él, el proyecto de re-encantamiento—la producción de una narrativa alternativa efectiva—probablemente comienza en la que Kistin Kropticuh brillantemente se refirió como “la desolada intersección entre la poesía y la economía política.”[19]

*Daniel Daou, MArch, SMArchS, MCP (UDC) | Doctor of Design Candidate 2015 | Harvard School of Design


[1] Clark, Gregory. 2007. A Farewell to Alms: A Brief Economic History of the World. Princeton: Princeton University Press.

[2] Lyotard, Jean-François. 1979. The Postmodern Condition: A Report on Knowledge. Minneapolis: University of Minnesota Press.

[3] Latour, Bruno. 2004 Why has Critique Run out of Steam? From Matters of Fact to Matters of Concern. Critical Inquiry, Volume 30, Number 2, pp. 25-248.

[4] El término “boomster” fue usado por el periodista John Tierney para distinguir a los llamados optimistas de los catastrofistas o “doomsters.” Ver: Tierney, John. 1990. “Betting on the Planet.” The New York Times, December.

[5] Pisani, Jacobus Du. 2006. “Sustainable Development: Historical Roots of the Concept.” Environmental Sciences 3 (2): 83–96.

[6] Latour, Bruno. 2014. “On Some of the Affects of Capitalism”. Lecture February 26, Danish Royal Academy of Science. http://www.bruno-latour.fr/fr/node/550.

[7] “La posibilidad misma de la crítica se ha puesto en cuestión, como un número de académicos lo ha notado, en el contexto de un sistema capitalista capaz de representarse a sí mismo como la forma final e indisputable de lo social donde no hay, aparentemente, tras la caída del socialismo, y en la presencia de alternativas vistas como arcaicas, fundamentalistas y antidemocráticas, alternativas reales. Cuestionar a través de las crítica el orden actual de las cosas es por lo mismo típicamente visto como ‘no-realista.’ Ver: Spencer, Douglas. 2012. “Architectural Deleuzism II: The Possibility of Critique”. Blog. Critical Grounds. March 24. http://terraincritical.wordpress.com/2012/03/24/architectural-deleuzism-ii-the-possibility-of-critique/.

[8] Fisher, Mark. 2009. Capitalist Realism: Is There No Alternative? Winchester, UK; Washington [D.C.]: Zero Books.

[9] Hornborg, Alf. 2003. “Cornucopia or Zero-Sum Game? The Epistemology of Sustainability.” Journal of World-Systems Research 9 (2): 205–216.

[10] Tierney, John. 1990. “Betting on the Planet.” The New York Times, December.

[11] Ehrlich, Paul R. 1975. The Population Bomb. Rivercity, Mass.: Rivercity Press.

[12] Meadows, Donella H., and Club of Rome. 1972. The Limits to Growth. Potomac Associates Books. New York: Universe Books.

[13] Emmott, Stephen. 2013. 10 Billion. New York: Random House.

[14] Lindblom, Jon. 2013. “Techno Cultural Acceleration: A Few Initial Remarks.” Accelerationism: Cosmism, Promethianism, New Enlightenment. May 15. http://accelerationism.wordpress.com/readings

[15] Schumacher, Ernst F. 1973. Small Is Beautiful: Economics as If People Mattered. Harper Torchbooks, 1778. New York: Harper & Row.

[16] Daly, Herman E. 1977. Steady-state Economics: The Economics of Biophysical Equilibrium and Moral Growth. San Francisco: W.H. Freeman.

[17] Odum, Howard T, and Elisabeth C Odum. 2001. A Prosperous Way Down: Principles and Policies. Boulder, Colorado: University Press of Colorado.

[18] Smith, N. 1998. “Nature at the Millennium: Production and Re-enchantment.” In Remaking Reality: Nature at the Millennium, edited by B. Braun and N. Castree. London: Routledge

[19] Ibid.

 

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